Energía solar fotovoltaica
Otra forma de aprovechamiento de la radiación solar consiste en su transformación directa en energía eléctrica mediante el efecto fotovoltaico, lo que se conoce como energía solar fotovoltaica.
Existen fundamentalmente dos tipos de aplicaciones de la energía solar fotovoltaica: instalaciones aisladas de la red eléctrica y centrales de generación conectadas a la red.
Sistemas aislados de energía solar fotovoltaica
Gracias a esta tecnología podemos disponer de electricidad en lugares alejados de la red de distribución eléctrica.
De esta manera, podemos suministrar electricidad a casas de campo, refugios de montaña, bombeos de agua, instalaciones ganaderas, sistemas de iluminación o balizamiento, sistemas de comunicaciones, etc.
Los sistemas aislados se componen principalmente de captación de energía solar mediante paneles solares fotovoltaicos y almacenamiento de la energía eléctrica generada en baterías.
Sistemas fotovoltaicos conectados a red
Consiste en generar electricidad mediante paneles solares fotovoltaicos e inyectarla directamente a la red de distribución eléctrica.
Entre los sistemas fotovoltaicos conectados a red podemos diferenciar a su vez en sistemas de autoconsumo conectados a red y centrales de generación de energía fotovoltaica para venta a red, también conocidos como huertos solares.
Los sistemas fotovoltaicos conectados a red pueden ir desde pequeñas instalaciones de autoconsumo doméstico en nuestra terraza o tejado, a instalaciones de autoconsumo industrial sobre cubiertas de naves industriales e incluso plantas de varios megawatios sobre suelo.
Evolución de la energía solar fotovoltaica en España
Despegue y boom de la fotovoltaica (2006 a 2008)
Durante la etapa comprendida entre los años 2006 a 2008, e incentivado por un sistema de primas a la generación de energía renovable, la potencia fotovoltaica instalada en España creció exponencialmente hasta alcanzar los 3.351 MW situando al país como segunda potencia mundial en energía solar fotovoltaica instalada, tan solo superada entonces por Alemania.
Durante dichos años, y a diferencia de lo que ocurría en Alemania con su programa "tejados solares", el modelo desarrollado en España promocionó la intalación de huertos solares, que consistían en la agrupación de varias instalaciones de distintos propietarios en suelo rústico.
Cada instalación tenía una potencia de hasta 100 kW que era el umbral máximo que establecía la legislación para poder acogerse al sistema de primas.
Estas instalaciones podían ser fijas o con seguimiento de manera que los paneles solares se instalaban sobre estructuras que se movían siguiendo el recorrido del sol para maximizar la generación de electricidad.
La demanda y desarrollo de este tipo de instalaciones fue tal que llegó a saturar las líneas eléctricas de muchas zonas rurales, a la vez que aumento el precio de parcelas rústicas y se dispararon las solicitudes de punto de conexión. La potencia instalada superó en mucho las previsiones iniciales del gobierno. Se generó una burbuja.
La travesía del desierto (2009 a 2018)
La etapa anterior acabó con una moratoria a la instalación de nuevas plantas de conexión a red.
Además, entre los años 2010 a 2014 los sucesivos gobiernos impusieron recortes retroactivos a la retribución inicialmente fijada, lo que supuso la ruina para más de 60.000 inversores españoles que no pudieron acudir a los tribunales internacionales.
Por otro lado, la esperada regulación del autoconsumo no llegaba.
La energía solar fotovoltaica estaba estigmatizada y no había intención por parte del gobierno de España de impulsar el autoconsumo tal y como ocurría en la mayoría de países desarrollados.
Al contrario, en octubre de 2015 se publica una norma totalmente desincentivadora como el Real Decreto 900/2015, conocida desde entonces como la ley del "impuesto al sol".
Esta norma, además del impuesto a la generación, contemplaba la limitación de la potencia fotovoltaica máxima a instalar que no podía superar a la potencia contratada, la obligatoriedad de un segundo contador para medir la energía generada, etc.
En definitiva, un compendio de trabas técnicas y administrativas que lastraron el despegue de la energía solar fotovoltaica e impidieron el autoconsumo de energía fotovoltaica en nuestro país durante tres años más.
En octubre del 2018 se publica el Real Decreto Ley 15/2018 que anulaba el Real Decreto 900/2015 dejando pendiente la promulgación de las normas que regulasen el autoconsumo solar fotovoltaico en España.
Luz verde al autoconsumo fotovoltaico (2019 hasta la actualidad)
No fue hasta el año 2019 cuando se publicó el Real Decreto 244/2019 de 5 de abril, de condiciones administrativas, técnicas, y económicas del autoconsumo de energía eléctrica, contando por fin con una normativa equiparable al resto de países más avanzados y que fomenta e incentiva la instalación del autoconsumo fotovoltaico.
En resumen, el nuevo marco regulatorio contempla principalmente las siguientes novedades:
- - Elimina el límite de la potencia fotovoltaica a instalar
- - Elimina el "impuesto al sol"
- - Permite instalaciones individuales o colectivas
- - Establece dos modalidades de autoconsumo: sin excedentes o con excedentes
- - Simplifica los procedimientos técnicos y administrativos, especialmente para instalaciones por debajo de los 15 kW.
- - Contempla un mecanismo de compensación simplificada de excedentes
Todo lo anterior, unido al competitivo precio de la tecnología y a la subida continuada del precio de la energía eléctrica, han hecho que la energía solar fotovoltaica vuelva a estar en el punto de mira de hogares y empresas disparando su implantación a cifras nunca antes vistas en nuestro país.
Según datos de Red Eléctrica Española, se instalaron 3.988 MW de energía solar fotovoltaica en 2019, 2.930 MW en 2020 y 3.363 MW en 2021 alcanzando una potencia total instalada de 15.048 MW.
El futuro de la energía solar fotovoltaica
En 50 años la energía solar fotovoltaica ha pasado de aplicaciones especiales, industria aeroespacial o militar, a aplicaciones domésticas con potencial para una implantación masiva en todos los hogares y empresas.
A medio y largo plazo el futuro de la energía solar fotovoltaica está garantizado más allá de cualquier regulación ya que, una vez alcanzada la paridad de red, será más económico generar nuestra propia energía fotovoltaica que comprarla a las compañías suministradoras.
Además, la energía solar fotovoltaica es clave para la electrificación de la economía que será necesaria para cumplir con los compromisos adoptados relativos a la descarbonización y reducción de gases de efecto invernadero.
A partir de este momento nada podrá parar la implantación de esta tecnología que está llamada a transformar el sistema energético que hoy conocemos.
El deseo de Solarweb.net es el de que todos los tejados se cubran de energía solar fotovoltaica: una energía económica, ecológica y democtrática.