Hay días que nos llevamos alguna alegría y hoy es uno de esos.
PATADA EN EL CULO AL BOMBILLAS, AL DIODO Y A UNESA.
La Audiencia Nacional falla a favor del cierre de la central nuclear de Garoña en 2013 · ELPAÍS.com
La Audiencia Nacional ha fallado hoy a favor del cierre de la
central nuclear de Garoña (Burgos) en 2013. La sentencia del tribunal, con un voto discrepante, da la razón al Ministerio de Industria y señala que ni Endesa ni Iberdrola, propietarias la planta, deberán recibir indemnización por el cese de actividad.
La central nuclear de Garoña, conectada en 1971, es la más antigua de España. Con una potencia de 466 megavatios es además la nuclear más pequeña. El 3 de julio de 2009, el Boletín Oficial del Estado publicó la orden de cierre, fijado por el Ministerio de Industria para el 6 de julio de 2013.
El programa electoral del PSOE prometió cerrar las nucleares cuando cumplieran su vida útil, 40 años que en el caso de Garoña se cumplieron el pasado marzo. Sin embargo, la división en el Ejecutivo llevó a Zapatero a posponer el cierre hasta 2013. Este se justifica oficialmente se justifica en que mantener la actividad retrasa la incorporación de energías renovables.
La nuclear, propiedad al 50% de Endesa e Iberdrola,
recurrió a la Audiencia Nacional. Las eléctricas reclamaron funcionar al menos 20 años más o, en caso contrario, recibir casi 1.500 millones de euros en indemnización: 951 por el lucro cesante y el resto por el inmovilizado de la central. Las eléctricas consideraron que el cierre era una decisión arbitraria, una expropiación encubierta solo sustentada por una decisión política.
El caso ha tenido un interés especial porque el perito que calculó el lucro cesante para Nuclenor fue Fabrizio Hernández,
fichado posteriormente por Miguel Sebastián para el cargo de secretario de Estado de Energía.
Así, la Audiencia Nacional vio cómo
la abogada del Estado se dedicó con ahínco a desmontar el informe del que ya era número dos del ministerio. Según la exposición que llevaba preparada a la vista de conclusiones de la causa, el informe de Hernández (firmado junto a otro experto) no era "ni realista, ni fiable, ni verosímil".
Hernández partía de la base de que había un 95% de probabilidades de que Garoña siguiese abierta hasta 2029, aunque esta semana, ya como secretario de Estado, admitió que podría cerrar incluso antes de 2013 si no supera las pruebas de resistencia.
La central tocaba con los dedos su renovación hasta que llegó el accidente de Fukushima, el pasado 11 de marzo.
Garoña es una planta idéntica al primer reactor de Fukushima I, que no solo no resistió el
tsunami que arrasó la costa japonesa, sino que además sufrió una explosión de hidrógeno aún no aclarada.
Antes del accidente, el Gobierno llegó a ofrecer a los sindicatos una prórroga de la vida de la nuclear pero rápidamente se desdijo. El pasado abril, Garoña tenía previstos actos oficiales de celebración de su 40 aniversario y fueron suspendidos. En EEUU hay plantas iguales con permiso para funcionar hasta los 60 años.
Organizaciones como Greenpeace y Ecologistas en Acción reclaman desde hace años su cierre. Acusan a la planta de carecer de un sistema correcto de refrigeración.
http://imagenen1.247realmedia.com/0/default/empty.gif