Excelente artículo de Pepa Mosquera en la página web de Equo:
http://equolumnistas.proyectoequo.or.../pmosquera.png Que no te engañen porPepa Mosquerael 21/01/2011 · enHabiendo sol
Es cierto que a través del recibo de la luz los consumidores ayudamos a costear el desarrollo tecnológico de las renovables (4.600 millones en primeas en 2009). Pero también sufragamos las importaciones de gas y petróleo, las subvenciones al gas, las ayudas al carbón, los derechos de emisión de CO2 regalados a las eléctricas, la ineficiencia energética, las inversiones en redes y el déficit de tarifa. En otras palabras, el sistema eléctrico en su totalidad.
Un modelo basado en consumir más carbón, gas y petróleo no va a contribuir, precisamente, a reducir la factura energética española y asegurarnos el suministro. Máxime cuando el petróleo ha iniciado una nueva escalada de precios. Por el contrario, invertir en renovables sí es una buena apuesta. Estas tecnologías generan el triple de puestos de trabajo, por unidad de PIB, que la media del sector energético, aunque el desquicie regulatorio de los dos últimos años en España ha provocado que en 2009 se destruyeran 20.000 empleos ligados a estas fuentes, 17.000 de ellos en el sector de la solar fotovoltaica. Pese a todo, su balance sigue siendo más que positivo.
Así, mientras que la economía nacional retrocedía un 3,6% en 2009, las renovables crecían una 28,1%, y aportaban 8.425 millones de euros al PIB nacional (el 0,81%). Ese mismo año nos evitaron tener que importar combustibles por un valor superior a los 2.137 millones de euros y supusieron un ahorro en emisiones de CO2 evitadas por encima de los 374 millones de euros. Además, como las renovables entran a precio cero en el mercado eléctrico, desplazando a tecnologías de generación convencionales (de coste marginal mayor), abaratan el precio final de la electricidad. Sólo durante el año 2009, el ahorro que se produjo en el mercado eléctrico debido a este hecho superó los 4.835 millones de euros (fuente de los datos: “Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España en 2009”, elaborado por la consultora Deloitte para la Asociación de Productores de Energías Renovables–APPA).
La creciente importancia de la generación de electricidad en nuestro país con renovables (88.153 GWh en 2010) ha permitido, además, que el sistema eléctrico español haya generado el año pasado 58,7 Mt de emisiones de CO2, cifra claramente inferior a los 74,3 Mt de CO2 que era el objetivo al que se había comprometido España. Es otras palabras, el sistema eléctrico español ha podido cumplir con Kioto gracias a las renovables. Y por más que muchos sigan empeñados en hacernos creer que confiar nuestro suministro eléctrico a estas tecnologías es un riesgo, la realidad demuestra lo contrario: en 2010, las renovables cubrieron el 35% de la demanda eléctrica del país (el 16% aportado por la eólica), más que el gas y el carbón juntos. Así que no te engañen. Las energías renovables han hecho un recorrido espectacular en muy poco tiempo y su futuro es incuestionable.
Los intereses del gas, carbón, petróleo y nuclear han encontrado en Industria un excelente brazo ejecutor para perpetuar el actual –e insostenible– modelo energético y tratar de desprestigiar a las renovables. De todo se ha dicho de ellas: que si son fuentes marginales, que si no están maduras, que si tienen poco rendimiento…A la solar fotovoltaica, la más atacada, se la ha acusado incluso de recurrir al gasoil para producir de noche, con el consiguiente descrédito de esta tecnología. De poco ha servido que las propias compañías distribuidoras –las encargadas de facturar la electricidad– desmintieran a los pocos meses el bulo: el daño ya estaba hecho. También resulta difícil convencer a los contribuyentes de que las renovables no son las causantes de la subida de la luz, como se han dedicado a airear Industria y los sectores convencionales de energía en los últimos meses. Y es que ya se sabe: una mentira mil veces repetida se transforma en verdad